19 de mayo de 2009, 09:07 Santo Domingo, 19 may (PL) Los transportistas de carga dominicanos remitieron a su gobierno el conflicto que los opone con sus homólogos haitianos hace más de una semana y que paraliza hoy el movimiento de mercancías entre ambos estados vecinos.
Esta mañana versiones oficiosas dijeron que en los puertos dominicanos hay decenas de camiones cargados en espera de una salida al conflicto para dirigirse a sus destinos.
La situación estalló la semana pasada cuando transportistas haitianos atacaron con disparos y piedras a camiones dominicanos que transitaban por el territorio de su país y, después, cerraron el paso a esos vehículos.
La situación continuó depauperándose y los transportistas dominicanos respondieron con una medida similar.
Negociaciones entre la Federación Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO) y su similar haitiana terminaron en un callejón sin salida.
Los transportistas haitianos exigen que sus colegas dominicanos paguen un impuesto de cuatro mil pesos (unos 110 dólares a la tasa vigente) o les traspasen el 50 por ciento de la carga.
El choque añade otro elemento combustible a las tensiones a nivel de población entre los dos países, que comparten la isla Hispaniola en el Mar Caribe.
Las fricciones aumentaron por la decapitación pública tres semanas atrás de un haitiano acusado de matar a su empleador dominicano.
Deportaciones masivas desde Dominicana de indocumentados haitianos en los últimos días, se suman a los resquemores, de los cuales ambos gobiernos se han deslindado.
A fines del año pasado cuatro haitianos murieron cuando una muchedumbre de dominicanos asaltó sus viviendas en la ciudad occidental de Neyba tras la muerte de un compatriota en un asalto fallido de la cual se culpó a un inmigrante ilegal.
Los disturbios fueron sofocados por el ejército y los haitianos repatriados bajo estrictas medidas de seguridad para preservar su integridad física, se recordó.
Hasta el momento, las autoridades de ambos países se han mantenido al margen del conflicto, que está en un círculo vicioso por lo encontrado de las posturas de las partes.
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